Escribir

Es ya la una, y por poco han de dar las dos de esta noche rota y calurosa. Quisiera dormir pero no puedo, desagradables pensamientos rompen mi calma. En tanto que leyendo mis ojos ya agotados se cansan. Solo me queda escribir. ¿En mi Diario? No. Lo aprecio demasiado y he disfrutado escribiéndolo en momentos pasados, pero no, no sirve para lo que necesito ahora. En el fondo sé que tomarle y escribirle solo me dejara vacío. Con palabras sin sentido que esperando ser leídas encuentran a la nada que amargamente se les mostrara como ha ocurrido tantas veces ya. Se lo que quiero pero me lo niego, es extraño pero lo escribiré: Quiero que alguien me lea aún si desconozco el porque de mi deseo, incluso si yo mismo ignoro que es lo que quiero mostrar. No sé. Es algo extraño pero lo necesito. Entonces es como llego aquí. Recuerdo crear un Blog por mero capricho hace días o semanas. Es la única forma que se me ocurre en estos momentos de conectar lo que siento con una realidad, y aún con las dificultades que el primer escrito conlleva por el hecho de serlo deambula mi mente para escribir un tanto medio loco y en la razón que le confronta. Sí. El escribir es un hecho de vida y de sensación, una forma de encontrarse y de ser sincero con uno mismo (?)

(«Notas de aquel que ha sido» Probablemente nunca sea el mismo en el devenir del río de mi persona. Una parte de ello es lo quiero guardar antes de que las aguas le dejen atras.)